La experiencia de la arquitectura
Hay muchas cosas que afectan a una obra de arquitectura, no se trata tan solo de un edificio sino que todo lo que lo rodea y todo el trabajo necesario para levantarlo afecta a como lo vemos, todo ello forma parte de la experiencia que es esta obra.
El lugar donde se ubica la obra dice mucha de esta, reconocemos lugares aproximadamente por los tipos de edificación que los caracterizan distinguiendo así un rascacielos de Nueva York de la clásica casa holandesa. Pero como el edificio actúa con su entorno cambia mucho nuestra visión del mismo. Puede tener una relación de contraste, rompiendo completamente con el entorno haciendo que el edificio destaque más, esto debe hacerse con cuidado pues puede arruinar la imagen general o crear un parche, también puede ser relación de camuflaje, con una integración casi completa del edificio siendo este casi imperceptible; relación de orgánica , el edificio no se integra completamente pero usa elementos de su entorno y se hace parte de él, no pretende imponerse a la naturaleza pero tampoco mimetizarse con ella, se crea una relación de simbiosis donde el edificio parece pertenecer al espacio que lo rodea; por último está la relación contextual, la relación con el lugar está expresada por el edificio a modo de justificación.
El espacio, como se divide y se moldea este cambia nuestra percepción, distinguimos entre tres tipos de espacio; el espacio clásico, la arquitectura clásica requería de muros que sustentaran la estructura, esto hace del espacio clásico uno compacto y aislado, con variantes en el renacimiento siendo centralizado y en el barroco con dos centros creando una planta elíptica. El espacio uniforme, rompe con esta necesidad de compartimentar y crea un movimiento más fluido, no eres dirigido sino que se te permite deambular libremente, este está fuertemente relacionado con el funcionalismo. Por último tenemos el espacio contemporáneo cuyo objetivo principal es la puta confusión, no es que la estancias fluyan entre ellas sino que no hay ya ningún tipo de diferenciación las plantas abiertas, con espacios multifuncionales (museo del pueblo judio).
La función que tiene un edificio y si su forma la refleja es muy importante, a lo largo de la historia han habido varios tipos de funcionalismo; funcionalismo mecanicista, la forma esta directamente ligada a la función y la belleza recae en que tan estrecha sea la relación función-forma. Funcionalismo orgánico, se adapta al movimiento de la persona dependiendo de la actividad que se realicé en él. Funcionalismo moralista, la obra debe reflejar su utilidad y es en esta forma que expresa su belleza, la reflexión de que es útil o no lo convierte en una cuestión moralista.
Otra cosa que afecta a la obra es el material en el que esta está realizado, el arquitecto debe estudiar ampliamente el material a utilizar pues este puede cambiar drásticamente la obra, no veremos igual un edificio de madera, que inspira a la naturaleza y lo tradicional, que uno de hierro que nos evoca a la industria y lo moderno. También la técnica utilizada es de gran importancia pues no tiene el mismo trabajo un muro vertical que un arco o una cubierta moderna.
Por último está la forma y todo lo que en ella afecta, el ritmo, la axialidad, la simetría, la jerarquía, el módulo, la malla, el movimiento, la unidad, la centralidad, el equilibrio, el límite, la luz, el contraste, el color, la textura, la proporción, la escala.