PA3. MIRADAS

Tadao Ando es uno de los más reconocidos arquitectos japoneses, nacido el 13 de septiembre de 1941, en Osaka, actualmente tiene 81 años. En la anterior tarea ”Opiniones” ya hablé sobre él, su vida y su trayectoria. En esta ocasión me centraré en una sola obra, analizando su diseño y significado.

Entre sus muchas obras he escogido el Templo del Agua Hompuku-ji, ya que esta ofrece una vista aérea impresionante y resume muy bien la intención en la arquitectura de Ando.

Construida entre 1989 y 1991 se encuentra en Hyogo y se trata de un templo budista que ofrece a sus visitantes una experiencia trascendental al atravesar las aguas para llegar al paraíso de las enseñanzas de esta doctrina.

La pieza principal de la composición es el gran estanque ovalado cubierto por flores de loto, flor especialmente simbólica para el budismo. 

Este gran espejo se divide a la mitad para dejar espacio a una larga escalera que conduce al interior, bajo él hay una imponente sala. Este camino y el recorrido para llegar aquí permite a la persona concentrarse en el espacio sagrado al que está a punto de penetrar.

Antes de alcanzar el estanque se atravesarán dos muros de hormigón desnudo, en un camino cubierto de arena blanca, el primero recto y por una puerta. El segundo, ligeramente curvo habrá que seguirlo hasta poder rodearlo y ver la verdadera obra de arte.

Estos dos muros representan el cambio del espacio mundano al sagrado.

La habitación que encontramos al bajar las escaleras es redonda y está ricamente decorada con tonos rojizos. Esta está dividida por una celosía y diversas columnas.

Debido a la colocación del templo sobre una ladera esta sala tiene a su vez otra salida que divide el santuario exterior del interior y que proporciona la estancia con luz natural que hace brillar el altar.


La idea del arquitecto, como comenta en una entrevista realizada tras la creación de esta obra, era que a pesar del desgaste del hormigón o de que los árboles cercanos engulleran el estanque, al florecer los lotos recordarían que se trata de un espacio sagrado. Dice que los arquitectos solo se preocupan del presente, de que sus obras tengan un esplendor momentáneo. Él quiere hacer obras que perduren a pesar de lo que pueda cambiar su aspecto.

Bibliografía

  • Para realizar este trabajo he usado el apartado de “Ando” de Masao Furuyama, obtenido en la biblioteca central donde se analiza este edificio y el libro ”Architecture and spirit, Tadao Ando” obtenido en el mismo lugar.